jueves, 16 de febrero de 2012

La hormiga del cohete

Os dejo un breve relato que he escrito como trabajo de clase. Espero que os haga sonreír un pelín...

Una noche el señor Leopoldo escucha un ruido en su jardín. Al mirar por la ventana para ver de qué se trata, descubre que, junto al geranio, ha aterrizado un pequeño cohete.

Más extrañado que asustado, pero armado con un su bastón por si las moscas, decide salir a averiguar qué es aquel artefacto y por qué ha decidido aparcar entre sus plantas.

Al acercase se da cuenta de que el cohete parece de juguete y que su altura no supera a la de sus propias rodillas.

El señor Leopoldo se acerca un poco más y toca el casco de la nave con su bastón. “Toc, toc”. Pero no ocurre nada. Decide repetir la operación, “Toc, toc”, con el mismo resultado que en la ocasión anterior.

Antes de que pueda llegar a proceder al tercer toqueteo bastoniano, el anciano oye un extraño zumbido metálico y una compuerta se abre. De su interior aparece una hormiga gigante, grande como un gato, que le sonríe amigablemente.

El anciano retrocede asustado. Es la criatura más extraña y asquerosa que ha visto en su vida. Ni siquiera aquel ciempiés gigante australiano que vio el zoo de Barcelona había conseguido impresionarlo tanto.

El señor Leopoldo piensa en huir pero aquel bicho venido de no se sabe dónde está pisando su geranio y eso es algo imperdonable, así que decide quedarse y soltarle a bocajarro:

-A ver, bicho, ¿quién eres? ¿qué quieres? Y, sobre todo, ¿qué haces en mi jardín?

jueves, 2 de febrero de 2012